sábado, 1 de agosto de 2009

SUCIEDAD RURAL ARGENTINA

Alguna vez alguien dijo que los golpes en nuestro país tenian "olor a petroleo", pero ahora los golpistas generan amasijos de "soja con olor a bosta". Vease este videito... y tiemble...


Arturo Jauretche tenía razón... si usted los apoyó, ahora ¡jódase!

lunes, 13 de julio de 2009

La única realidad es… la de los medios, lo demás, no existe.

En el ejemplar del 4 de julio del 2009 de Página 12, en su contratapa José Pablo Feinmann, en un artículo de su autoría hace referencia a un párrafo de Mariano Moreno en su Plan de Operaciones[1] que dice así:

[…] los pueblos nunca saben, ni ven, sino lo que se les enseña y muestra, ni oyen más que lo que se les dice.

Voy a permitirme agregar a esta cita – Feinmann me tentó – el párrafo que le sigue:

En el orden moral, hay ciertas verdades matemáticas en que todos convienen, así como todos admiten los hechos incontestables de la física. Pregúntesenos a cada uno qué figura tiene el sol, y responderemos unánimes que redonda […]

Y aquí voy a detener la cita, no sin recomendar la lectura del Plan escrito por Moreno. A más de uno le vendría bien.

Continúo. Cuando leemos “los pueblos nunca saben, ni ven, sino lo que se les enseña y muestra, ni oyen más que lo que se les dice.” nos topamos con una realidad demoníaca. Primero: el saber, el saber leer, el saber escribir y el saber comprender hoy le está vedado a gran parte de nuestra niñez y juventud a pesar de las nuevas leyes educativas y de aquellos, que a pesar de la escasa difusión, tratan de que se cumplan. Es el desentendimiento de las responsabilidades el que prevalece, desentendimiento que le cabe a la comunidad toda y a las instituciones que rodean a las escuelas, como ser a las llamadas intermedias de la propia sociedad y sus autoridades locales, siendo más común escuchar frases exculpatorias tales como: “es responsabilidad de los maestros, o de los directivos”, o de “las familias”, o “no nos corresponde a nosotros como municipio”, o “es culpa del estado provincial o del nacional”. O sea desentenderse.

El desentenderse es una costumbre tan arraigada en nuestra sociedad que salvo honrosas excepciones se ha convertido en un pensamiento cínicamente natural, siendo entonces que una gran porción de esta, insolidaria e hipócrita está ciegamente empeñada en eso, y se hace verdad aquello de nunca saben, ni ven, sino lo que se les enseña y muestra, ni oyen más que lo que se les dice. Porque si nunca saben, porque si nunca ven, serán nada. Es esta una afirmación temeraria y dolorosa, pero verdadera.

Porque a mayor ignorancia, mayor rédito del sojuzgar.

Hoy la escuela pública argentina como decía, se debate en medio del generalizado desentenderse de su propia comunidad a la que pertenece insoslayablemente, segregando y expulsando, porque como es lógico deducir, dentro de la propia escuela hay actores que proporciona la propia comunidad, sin comprender estos que hoy,“La Escuela”, no es más la vieja escuela sarmientina, pero subsiste la compleja coexistencia de profesionales que sí se aggiornanon en su profesión de educadores, con ciertos docentes que segregan alumnos por ser como no se debe ser, el ser pobre, o circunstancialmente pobre, por causas derivadas de un estado ausente, desarticulando la inclusión social por la vía del trabajo, favoreciendo así a minorías poderosas y conduciendo a grandes grupos indefensos hacia la desprotección social. Ese es el motivo históricamente incomprensible para estos docentes que desdeñan al que nunca sabe, porque no advierten que es la pobreza la que conspira contra el aprender, pobreza a la que no comprenden como una consecuencia de las políticas de la destrucción sistemática del estado, sino como un mal endémico causado por una supuesta genética de la vagancia.

Y así, como ellos segregan, segregan los padres, segregan los compañeros, ergo, segrega la sociedad.

Se banaliza la educación porque la comunicación social solo es valorizada a través de la computadora, Internet, del teléfono celular o de la televisión. Quien no accede a estos valiosos elementos queda afuera, es excluido, es devaluado. Es segregado.

Por lo tanto el segregado, impotente ante la posesión de esa tecnología, es tentado permanentemente por la sociedad a poseerla a veces a costa del delito y se refugia en lo más accesible, con legalidad o sin ella. La televisión bastardeada.

Aparece Tinelli, o TN y el Grupo Clarín, o Manzano con sus multi-medios, o la pléyade de comunicadores sociales de la matinée, como Rial, el filósofo de Munro, detallando como un ser de promiscua verbalizad el como tener tetas más grandes y donde comprarlas, o la Vieja Dama Indigna con mesas de abundancia y cristalería fina, o los pseudos periodistas todo terreno que de todo saben desde física quántica, incendios de campos o el desarrollo de pandemias, los noticieros de adoctrinamiento, tarando al público con su terrorismo solapado pero efectista, o bien el atildado Joaquín Morales Solá, jugando al prolijo sobador de derechas.

Entonces es que se hace patético el resto de lo señalado por Mariano Moreno: “Pregúntesenos a cada uno qué figura tiene el sol, y responderemos unánimes que redonda”. Si hemos sabido aprender responderemos: es esférica, y no responderemos que es redonda, trocando una figura tridimensional por la de un plato plano y brillante contrariando al Sidereus Nuncios de Galileo.

O sea, que si TN, América TV o la dama de los almuerzos dicen que el sol es plano… el sol será plano.

Palabra de medio.

[1] Mariano Moreno – Plan revolucionario de operaciones. Colección política e historia. 3ª Edición 1975. Editorial Plus Ultra. Fragmento Paginas 31,32 y 33.

domingo, 14 de junio de 2009

CUENTOS SONOROS - ARTURO PÉREZ REVERTE


Este cuento, de Arturo Pérez Reverte y leído impecablemente por José Sacristán, nos recuerda aquellos camioneros que vemos en los paradores de las rutas, cansados, sudorosos, a veces locuaces y otras callados, comiendo y bebiendo como camioneros, buscando quizás un "boliche", con una lamparita roja colgando en la puerta, a la que no llaman "puticlub" sino que simplemente lo nombran: quilombo.

domingo, 7 de junio de 2009

MONSANTO... ¿TERRORISMO BIOLÓGICO?

PODEROSO CABALLERO...

Monsanto es un monstruo. Es un monstruo por lo enorme de su estructura, por sus ganancias, por su transnacionalidad y por la posible consumación de un desastre ecológico con derivaciones genocidas a escala planetaria. Nuestros escasos conocimientos científicos no nos permiten determinar el verdadero alcance de las manipulaciones genéticas en las que se empeñan con el solo propósito de ganar dinero, apropiándose para si lo que la naturaleza nos brinda.

Quizás, los cambios genéticos de los que Darwin sabiamente expuso en “El origen de las especies” - teoría en que la NATURALEZA solita se empeñó desde hace millones de años con maravillosos resultados - Monsanto los acelera y muta la agricultura y la ganadería creando probables “monstruos vegetales” de consecuencias imprevisibles, a su imagen y conveniente semejanza. Como Dios.

Como el Dios de Descartes.

Y así como lo denuncia Marie-Monique Robin en: "El mundo según Monsanto”, esta “Compañía Monstruo”, en los propios Estados Unidos de Norteamérica, coloca sus propios funcionarios como altos agentes en el gobierno, destruye a quienes la investigan, soborna, miente y vaya Usted a saber cuantas cosas más. Por ello no nos debe sorprender el artículo del periodista Horacio Verbitsky, en la edición de Página 12 del domingo, 26 de abril del 2009 y que dice en uno de sus párrafos.

“El expediente administrativo que fundamentó la autorización firmada en 1996 por Felipe Solá para introducir en la Argentina la soja transgénica de Monsanto resistente al herbicida glifosato tiene apenas 136 folios, de los cuales 108 pertenecen a informes presentados por la misma multinacional estadounidense. Ese trabajo está en inglés y en el apuro por llegar a una decisión predeterminada, la Secretaría de Agricultura ni siquiera dispuso su traducción al castellano. Se titula “Safety, Compositional, and Nutricional Aspects of Glyphosayte-tolerant Soybeans” y ocupa del folio 2 al 110 del expediente. Solá se apresuró a firmar la autorización apenas 81 días después de iniciado el expediente, el 25 de marzo de 1996, el mismo día en que los organismos técnicos plantearon serias dudas acerca de sus efectos sobre la salud y solicitaron informes sobre el estado de las autorizaciones en Europa. La resolución de Solá dice que intervino la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía. Pero ese dictamen jurídico recién se firmó tres días después, el 28 de marzo. ¿Quién dijo que en verano decae la laboriosidad oficial?”

Si Usted quiere ver la nota completa vaya a:

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-123932-2009-04-26.html

Es evidente que para que estos monstruos prosperen necesitan… como decirlo… cómplices. Y durante el gobierno de Carlos Saúl Méndez los hubo, y cuantos.

Haber visto “El mundo según Monsanto” no nos ha sorprendido, nos ha espantado. Las armas son un negocio fabuloso. Y Monsanto tiene la más eficaz de todas.

El alimento.

Si Usted se atreve a bajar el documental de Marie-Monique Robin completo vaya a:

http://www.taringa.net/posts/tv-peliculas-series/1543033/El-mundo-según-Monsanto-[Documental].html

Esto no será piratería. Es defensa propia.

domingo, 24 de mayo de 2009

Lo urbano en mi.


Verano Porteño - Fotografía - Marcelo Tozzini - 2009



No puedo negar mi cultura urbana. Diría que que los adoquines de San Telmo, esos cubos lustrosos por el andar del tiempo, donde la pampa pugna permanentemente por escaparse de ese soterramiento a la que la gran ciudad quiere someterla,  son como la piel de mi literatura.

La probanza de esto esta dada en el hecho, que a pesar de estar viviendo hoy en una ciudad como San Pedro, en donde la exuberancia del verde, verde criado por el esmero secular del Paraná contrasta con los grises urbanos, estos siguen presentes. Buenos Aires me pesa no solo en lo literario, sino que está presente con su música y con sus imágenes.

Cuando decidí "armar" esta fotografía, cuya miniatura he colocado en este sitio, el "Verano Porteño" de Piazzola, suena en mis oídos con la misma densidad con que la pesadez de esa caída de sol detrás de Obelisco derramada por Corrientes me persigue, alegremente.